El año 2024 se caracterizó por un preocupante aumento en las vulneraciones de datos a nivel mundial. Más de 66 millones de consumidores sufrieron el robo de información privada, lo que representa un incremento del 13 % respecto al año anterior.
Sectores como la salud, el sector público y las finanzas se han convertido en blancos predilectos de los ciberdelincuentes, quienes emplean tácticas cada vez más sofisticadas para infiltrarse en sistemas y redes. Las consecuencias de estas filtraciones son cada vez más graves, generando pérdidas económicas significativas y erosionando la confianza de los consumidores.
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Un reciente estudio de Experian revela un panorama alarmante, destacando las tendencias actuales y anticipando nuevos desafíos en materia de ciberseguridad
Uno de los hallazgos más preocupantes del informe es la concentración de las brechas de datos en sectores críticos. En total, el 36 % de las vulneraciones de datos en 2024 ocurrieron en el sector de la salud, un área extremadamente sensible, donde las implicaciones de una filtración son tanto éticas como legales. Le siguen en importancia los siguientes sectores:
Sector público: 19%
Servicios financieros: 16%
Retail: 13%
Educación: 10%
Otros sectores: 6%
La alta incidencia de brechas en estos sectores subraya la complejidad y diversidad de los objetivos de los ciberdelincuentes, quienes no solo buscan información personal, sino también datos financieros, comerciales y gubernamentales.
A lo largo del primer trimestre de 2024, se registraron 10,626 incidentes de compromisos de datos, más del doble de los 5,199 reportados en 2023. Este repunte acelerado de ataques indica una clara tendencia hacia un aumento sostenido de brechas de datos a nivel global, con nuevas amenazas que evolucionan y se adaptan con rapidez.
Experian destaca que “las brechas de datos globales no muestran signos de desaceleración”, lo que implica que las empresas y organizaciones deben reforzar sus medidas de seguridad y protección.
El impacto financiero de las brechas de datos también ha aumentado significativamente. Según el Informe de Costos de una Brecha de Datos de IBM de 2024, el costo promedio global de una brecha ha alcanzado los 4.88 millones de dólares, lo que representa un incremento del 10 % respecto al año anterior.
Este aumento en los costos refleja no solo el daño directo a las empresas, sino también las pérdidas indirectas derivadas de la recuperación de datos, las demandas legales y la desconfianza de los consumidores.
Un ejemplo notable de este impacto financiero fue el acuerdo de 30 millones de dólares alcanzado en septiembre de 2023 con la empresa de pruebas de ADN 23andMe, tras una filtración de datos que expuso la información personal de más de 6.4 millones de clientes. Un incidente que resalta la importancia de la protección de los datos en industrias que manejan información altamente sensible.
Experian no solo analiza el estado actual de las brechas de datos, sino que también ha identificado varias tendencias emergentes que podrían marcar el futuro de los ciberataques. Estas son algunas de las predicciones más destacadas sobre los métodos y formas de robo de datos en 2025:
Una de las tendencias más preocupantes que se anticipa es el incremento de ciberdelitos ejecutados por jóvenes. Muchos adolescentes están utilizando herramientas de inteligencia artificial (IA) generativa, como los deepfakes, para crear contenidos falsificados con fines de entretenimiento o incluso para obtener beneficios económicos. Con el crecimiento de la regulación en torno a los ciberataques, es posible que veamos un aumento en el número de adolescentes procesados por delitos de hackeo y fraude.
El conocimiento de la IA es ahora una parte integral de la capacitación empresarial, pero este mismo conocimiento puede ser utilizado en contra de las empresas. Se prevé un aumento del fraude interno, donde empleados capacitados en IA utilicen sus habilidades para robar información sensible o manipular datos en beneficio propio. Se espera que al menos una marca global sea afectada por este tipo de fraude en 2025.
El mundo de los ciberdelincuentes está lejos de ser monolítico, y en 2025 podríamos asistir a un aumento de los llamados «ataques de hacker contra hacker». En estos casos, grupos de hackers podrían ser engañados por otros atacantes mediante malware para robar sus fondos. Este fenómeno refleja cómo las líneas entre atacantes y víctimas pueden volverse difusas en el entorno digital.
El avance de la IA ha elevado las capacidades de los ciberdelincuentes, quienes ahora emplean técnicas de fraude más sofisticadas. La encriptación de 256 bits, que alguna vez fue considerada segura, se ha vuelto obsoleta frente a los ataques impulsados por IA. En respuesta, se prevé la introducción de sistemas de identificación dinámica que reemplazarán a las tradicionales licencias de conducir y tarjetas de seguridad social, mejorando la seguridad en la verificación de identidad.
El riesgo de ataques a infraestructuras críticas sigue siendo una de las mayores preocupaciones. Se anticipa que los ciberatacantes se centrarán en grandes centros de datos y sistemas energéticos, con el objetivo de comprometer la infraestructura en la nube de un Estado-nación. Estos ataques podrían paralizar sectores clave de la economía y afectar la seguridad nacional.
Experian concluye que, en un mundo digital cada vez más interconectado, ninguna organización está completamente a salvo de los ataques sofisticados que involucran IA y otras tecnologías avanzadas.
Desde las filtraciones de mensajes de Slack de Disney en julio hasta los incidentes con Ticketmaster y BBC en mayo, incluso las marcas más grandes y aparentemente seguras son vulnerables a estos ataques.
Las empresas deben redoblar sus esfuerzos en ciberseguridad, invertir en tecnologías más robustas y, sobre todo, educar a sus empleados sobre las amenazas emergentes y cómo prevenirlas.
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